Conferencia La nueva iconografía del mundo moderno del s. XVI en la Capilla de los Benavente
FRANCISCO JOSÉ GARCÍA GÓMEZ
Impartida el 14 de noviembre de 2024 dentro del ciclo de conferencias Cultura en Otoño 2024.
El texto presente es un resumen esquemático de la conferencia que tuvo lugar en el salón de actos del ayuntamiento de Medina de Rioseco el 14 de noviembre de 2024.
Por ello se explica el formato de esquema, que intenta que se pueda seguir de una manera práctica el programa iconográfico de la magnífica obra encargada por don Álvaro de Benavente.
Las imágenes son propias del autor, así como los esquemas y dibujos.
DATOS GENERALES
ÁLVARO ALFONSO DE BENAVENTE compra la sacristía y aledaños en 1543 por 12.000 maravedís de renta perpetua (juro perpetuo).
Quería instaurar a la Inmaculada Concepción la dedicación de la capilla tal y como consta en la lápida fundacional:
» … en memoria y alabança de la Santísima Concepción de Nuestra Señora … «
La dotación de gastos asociada daba cobertura a:
3 capellanías con sacristán y un monaguillo.
Financiaba el casamiento el día de la Inmaculada de ciertas huérfanas de la población.
Nombres Asociados a la Historia de la Capilla
El peso principal recayó sobre los hermanos Corral de Villalpando.
Juan del Corral se encargó de la construcción arquitectónica entre 1543-1546 y Jerónimo de la escultura mural, realizada en estuco policromado siendo, además, el encargado de la obra llevada a cabo, fundamentalmente, entre marzo de 1544 y marzo de 1548.
En cuanto a la pintura de paredes y relieves y del dorado y estofado, el peso principal recayó en Antonio de Salamanca, que trabajó sobre todo en el año 1554, contando con la colaboración de Francisco de Valdecañas y del riosecano Martín Alonso.
Francisco Martínez fue el responsable de la gran reja de entrada y Juan de Juni realizó la escultura del retablo, contratado en 1557.
Para la ejecución del conjunto, los hermanos Corral debieron contar con la ayuda de un buen número de entalladores, escultores y oficiales de yesería. Se piensa que en algún momento llegó a participar Mateo Bolduque.
El trabajo supuso un precio total de 517.000 maravedís, a los que se sumaron otros 65.000 por la policromía de la reja.
ARQUITECTURA
Exterior
Destaca un gran entablamento con gárgolas bajo el que corre la inscripción:
MISERERE MEY DEVS SECVNDVM MAGNA MISERICORDIA … ET SECUNDVM MVLTITVDIN
… M … RATIONUM
Todo el paramento tiene una ornamentación de pilastras coronadas con esculturas.
Se localizan varios escudos del fundador, el de la cabecera sostenido por niños, otro sobre el ventanal y un tercero en el muro oeste.
Flanqueando el gran ventanal, se sitúan dos columnillas laterales rematadas en termes.
Estructura
Su planta es cuadrada con cúpula sobre pechinas y ábside semicircular sin medio punto. Presenta una Cripta con acceso desde la zona absidada, cubierta con bóveda cañón.
En el lado contrario se encuentra la Sacristía, con bóveda ojival con nervios y paños decorados a base de guirnaldas y florones. A la entrada se encuentra el acceso a una Tribuna que abre un gran ventanal protegido con reja y que permite seguir de forma discreta el culto que tenía lugar en la capilla. El espacio se encuentra cubierto con un curioso artesonado a base de casetones con florones y motivos en relieve.
Todo el conjunto se encuentra medido de forma simbólica partiendo del número 4 que inicia el cuadrado de la planta al que se adhieren otras estructuras como la cabecera o los espacios accesorios citados de la cripta y la sacristía.
El cuadrado es el número 4 y sus múltiples subdivisiones cuatripartitas
El simbolismo de la construcción busca un sentido de orden de la obra de la Creación de Dios y la Estructura del Mundo frente al caos que se recoge en el mundo terrenal y nuestra forma de entender nuestra propia posición en este mundo.
4 elementos (tierra, aire, fuego y agua)
4 puntos cardinales
4 estaciones
Etapas de la vida del hombre Fases Luna
Infancia Creciente
Juventud Llena
Madurez Menguante
Ancianidad Nueva
ARQUITECTURA IDEOLÓGICA
La mayoría de los investigadores admiten, aunque sin evidencias, que el programa ideológico y simbólico de la capilla es obra de un gran amigo del propio Álvaro de Benavente, el dominico del Colegio de San Gregorio de Valladolid, Fray Juan de la Peña.
Este programa responde a un simbolismo religioso cósmico y funerario, en el que todo el que entra en la capilla puede entender dicho simbolismo en diferentes espacios dispuestos en altura, es una especie de nueva interpretación del teatro con su clásica estructura de introducción, nudo y desenlace con una protagonista clara, la Virgen María Inmaculada y un fin, alcanzar la vida eterna una vez se supera el pecado:
Inferior:
Temática muerte
Medio:
Postrimerías (muerte, juicio, infierno y gloria)
Cristo Juez Redentor
Triunfo sobre la muerte
Tránsito
Evangelio y sibilas – sabiduría cristiana / pagana
Superior:
Cúpula: bóveda celeste
Lo que podemos observar es un discurso simbólico plástico bajo fórmulas estéticas propias de la época del renacimiento, una etapa en la que se ha superado el concepto gótico, es decir, final de la Edad Media, mucho más cerrada e intransigente en las ideas religiosas.
Está basado en diversas fuentes como las Sagradas Escrituras, la Tradición Eclesial y la propia Liturgia, que sirve, en cada homilía, para explicar todos esos aspectos teóricos.
A través de las imágenes expuestas en las paredes de la capilla en diferentes formatos, ya sea escultura, pintura o epigrafía se recogían las ideas del misterio del principio, el fin de la vida y el papel de la muerte, que son las temáticas propias de un espacio sepulcral como la Capilla fundada por don Álvaro Benavente.
Todo se había roto el Pecado Original, cuando el ser humano destroza la relación directa con Dios Creador. Es evidente que la consecuencia inmediata era la Muerte, pero todo se empieza a reconducir cuando Dios provoca una nueva oportunidad al enviar a su hijo al mundo y así la Anunciación es el inicio de esa nueva relación y el fruto de esa redención se encuentra en la Inmaculada Concepción de la Virgen María.
La crónica y transcripción de esta propuesta de Dios está en la tradición pagana, con las Sibilas y después con los Evangelistas, auténticos cronistas de la vida del Redentor de esa relación.
Es incuestionable que la iglesia es la puerta de entrada a esas enseñanzas y nosotros podemos verlo en la enorme reja que nos une a la cabecera del gran templo de Santa María de Mediavilla y en el Retablo situado sobre la puerta oeste de la capilla, que actúa como arco de conexión con la nave del Evangelio del mismo templo.
Todo se va a resolver en el juicio final, cuya representación deja bien a las claras quién se merece la vida eterna, a la que aspiraba don Álvaro y quién no.
En definitiva, nos encontramos en el interior de un templo representativo de la Encarnación y Eucaristía de la figura de Cristo como llave a la esperanza de la vida eterna. Estamos, pues, ante una Capilla Mortuoria que clama a la misericordia de la promesa de la vida eterna y en la que los misterios de Jesús y sus enseñanzas llenan de esperanza la muerte,
El diseño de la simbología – iconografía tiene un claro sentido catequético, dado que los fieles y difuntos participan de las celebraciones cultuales que se llevan cabo en la capilla.
REJA
Magnífica obra de forja de Francisco Martínez, realizada en 1554, que se enmarca por un gran arco que se abre a la nave principal decorado con una profusa decoración polícroma escultórica a base de figuras alegóricas y monstruosas, con grutescos en las jambas; medallones y veneras en la rosca y pinjantes dorados en el intradós.
Todo ello está coronado, en la clave, por el escudo del fundador.
Fue contratada en 1547 por 1000 ducados y luego, tuvo que ampliar más la obra y el coste.
La autoría y la fecha se recogen en una cartela situada en el centro del friso bajo, sobre la división de los batientes de acceso al exterior y al interior.
Fijada sobre un basamento piedra de sillar, presenta dos cuerpos separados por frisos de relieves y estructurados en tres tramos por 4 estilizados balaustres sobredorados con barrotes y columnitas repujadas en los espacios resultantes.
El acceso se realiza a través de una puerta con dos batientes.
Remata el conjunto una Crestería calada de curvas vegetales, en las que se añaden animales fantásticos, mascarones, pebeteros, candelabros y dos bustos laterales.
Corona un Crucifijo bajo el que se sitúa el escudo de la familia Benavente enmarcado por una cinta epigráfica:
CONFIDO SALUS IN DOMINE (confío, la salvación está en el Señor)
En el cuerpo intermedio, a media altura, se sitúan 3 medallones repujados centrando cada cuerpo con la imagen de las tres figuras principales de la iglesia y con correspondencia con los de tres virtudes teologales en el reverso, que se pueden observar desde el interior de la capilla.
IZQUIERDA CENTRO DERECHA
Anverso San Pedro Cristo Salvador San Pablo
Reverso Fe Esperanza Caridad
En la parte alta también se recogen los medallones laterales del fundador y su esposa y en el reverso de su hermano Diego Benavente y su mujer.
Todo tiene un significado eclesial y funerario desde el punto de vista espacial, rematado por el símbolo de la salvación que es el crucifijo y centrando el conjunto, el todo con la imagen de Cristo Salvador con la bola del mundo.
CÚPULA
Conforma el nivel superior, significando la esfera celeste, en una visión cristianizada del cielo al que se le sacraliza.
Se distribuye a base de un sistema de nervaduras que no llegan a unirse en el centro, imitando las clásicas cúpulas califales.
Resulta una forma estrellada de ocho puntas, que conforma tres anillos temáticos, repartidos en niveles en altura. Incluyen figuras y conjuntos en relieve, distribuidos de forma práctica con claves, plementos y nervaduras, que sirven de enmarcación a la escultura, junto a querubines y motivos heráldicos, lo que provoca el clásico horror vacui de la estética mudéjar aún presente en la época de su producción.
Todo el conjunto recrea un universo plástico deslumbrante que recoge la Expectación Mesiánica, anuncio y preparación del Redentor, es decir, la esperanza de la Resurrección prometida. Sus elementos decorativos sirven de conexión entre el mundo terrenal y el celeste desplegado en la capilla.
Este octógono formado con las nervaduras (derivado del número 4 ya citado) es una evidente imagen de la Resurrección, Dios creó el mundo en 7 días y el octavo es un símbolo del más allá respecto a los 7 días terrenales.
El círculo de la cúpula es eternidad, ya que en su propia forma recoge principio y fin, adquiriendo un sentido funerario de tumba fastuosa a partir del círculo clásico (Panteón de Roma), manifestado en el culto a los antepasados, con sus tumbas, dentro de la más ancestral tradición grecolatina.
Se trata, entonces, de una representación del transcurrir del tiempo junto a su final, es decir, una alusión a la muerte y sobre todo a la resurrección.
En la parte alta se encuentran las virtudes, que dirigían el movimiento celeste, debajo los astros con nombres de dioses clásicos (una vez más la presencia del Renacimiento grecolatino), que suponen la progresión y sucesión de los días, es decir, el devenir del tiempo de la vida y debajo los profetas y figuras del AT que anunciaron el proceso de la promesa de salvación con la llegada de Cristo.
ANILLO EXTERIOR
Junto al arranque de la cúpula e identificados por grandes cartelas a sus pies, aparecen ocho profetas del AT que vienen a ser prefiguraciones de Cristo y de la Virgen. Estos profetas son los que recoge San Agustín (Padre de la Iglesia Católica) hasta San Juan Bautista, coetáneo de Jesús:
- Moisés, precursor de Cristo, aparece con las tablas de la Ley en el episodio de la zarza ardiente, hecho que se relaciona con la maternidad virginal de María.
- Job aparece dentro de un hoyo, recubierto de úlceras y sufriendo los reproches de su mujer, mientras arde su casa y el demonio con un fuelle aviva las llamas. Su sufrimiento, heridas y humillaciones son equiparables a las sufridas por Cristo en la Pasión.
- Isaías observa la aparición del Señor rodeado de serafines mientras señala un templo con numerosas puertas que aluden a la Jerusalén Celeste de sus profecías. Vaticinó la virginidad de María y el Juicio Final.
- Eliseo compartió las humillaciones con Cristo y aparece representado acompañado de unos osos que devoraron a los niños que se burlaban de él.
- Daniel en el episodio del foso de los leones, prefigura el triunfo de Cristo sobre el sepulcro. Le acompaña Habacuc, conducido por un ángel mientras le ayudaba a alimentarse.
- Jonás y su liberación del vientre de la ballena es símbolo de resurrección.
- David, con su arpa, prefigura a Cristo por ser la raíz de su estirpe. Aparece acompañado de su esposa Abigail que, a su vez, prefigura a la Virgen como mediadora de los hombres.
- Salomón en su célebre juicio, simboliza a Cristo en su condición de juez y pacificador.
ANILLO INTERMEDIO
El indicado espacio temporal se expone como el escenario celeste que recoge las alegorías astrológicas, pero como se ha indicado, a la manera clásica personificando los días de la semana como los planetas al modo de dioses grecolatinos, a los que se suman el sol y la luna para explicar el paso del tiempo terrenal y la llegada del tiempo eterno, al que se accede por la Resurrección personificado en la constelación de Ofiuco.
Se representan montados en carros al modo de desfile triunfal e identificados con sus atributos más característicos y las consabidas cartelas.
- Sol (domingo) ocupa un espacio preferente, apareciendo por encima del Padre Eterno del Juicio final. Aparece como un rey, con corona y portando un escudo con el Sol en relieve. Monta un carro triunfal tirado por cuatro caballos blancos, con una figura negra y caras deformes entre las ruedas representando la superación de la noche y sus fantasmas.
- Luna (lunes) es una bella mujer joven que levanta su símbolo sobre su cabeza en forma de cuarto creciente. Su carro es arrastrado y empujado por jóvenes mujeres, una de las cuales le ofrece un ramo de flores como símbolo de virginidad.
- Marte (martes) monta un carro tirado por dos caballos. Como dios de la guerra viste una armadura del siglo XVI, sujeta una pica y un escudo con el símbolo de Capricornio, su atributo como planeta.
- Mercurio (miércoles) monta un carro arrastrado por gallos, animales relacionados con su elocuencia y vigilancia. Como mensajero de los dioses porta un gran caduceo y tiene el simbólico encargo de conducir las almas de los vivos al mundo de los muertos.
- Júpiter (jueves) no lleva cartela identificativa, estando su espacio ocupado por una representación del signo de Sagitario, que se mueve bajo su influencia. Sobre un carro tirado por dos águilas, aparece acompañado por Ganímedes, el joven escanciador.
- Venus (viernes) aparece sobre un carro tirado por palomas, precedida de la figura de Cupido, que dispara una flecha a su corazón como símbolo del Amor.
- Saturno (sábado) es un anciano que porta una hoz en su mano. Está sentado en un carro arrastrado por dos dragones.
- Constelación de Ofiuco o Serpentario monta en un carro tirado por dos osos —Osa Mayor y Osa Menor— con un dragón a sus pies. Porta en su mano una serpiente dorada que deriva de la vara de Asclepio, con poderes de resurrección, sentido que aquí se fusiona con el de victoria sobre el reptil que tentó a Eva y fue vencido por la Virgen.
Hay que tener en cuenta que en la liturgia se considera el domingo como primer día de la semana al ser el inicio de la Creación y el sábado (sabat judío) el día de la Pascua, el descanso.
Por tanto, el juicio último de Dios debe ser el octavo día, simbolizado en la figura de la constelación latina Ophiulcus, que nosotros conocemos como Ofiuco, es decir, el portador de la serpiente.
ANILLO INTERIOR
En el remate de la cúpula debería imaginarse la divinidad de Dios, representado por la luz, rodeada por el intenso azul del cielo, enmarcado por una sucesión de 8 cabezas de serafines, que son los asistentes más directos de Dios.
Hacia la parte más interna de la cúpula, junto al azulado firmamento estrellado de la parte central, se sitúan ocho figuraciones que representan a las virtudes, dispuestas en marcos ovalados que sujetan grupos de ángeles y adquieren el significado de requisitos indispensables para alcanzar la Gloria. Podemos identificarlas gracias a las cartelas colocadas a sus pies.
Las virtudes son las fuerzas celestiales que rigen la conducta de los hombres, es algo a lo que los hombres aspiran si quieren mantener un orden cristiano en su vida, vienen a suponer las reglas del juego cristiano, que nos alejan del caos y desorden del pecado y por tanto, del recto camino.
Todas estas figuras se representan con sus atributos correspondientes divididas en las dos categorías que las reconocen y a las que se suma la bondad:
VIRTUDES TEOLOGALES
FE: | Cruz y cáliz con la forma (misterio de la eucaristía, principal acto de fe) |
ESPERANZA: | Con las manos en forma de plegaria |
CARIDAD: | Con un niño en brazos y otro de la mano VIRTUDES CARDINALES |
PRUDENCIA: | Con un espejo (vanidad) y una serpiente que avisa de la prudencia |
JUSTICIA: | Con la balanza y la espada, que significan juicio y sentencia |
TEMPLANZA: | Con una copa y un jarrón, que miden la moderación |
FORTALEZA: | Apoyada en la columna, símbolo de firmeza |
BONDAD: | Sujeta una alta Palma, que supone el alma y conjunto de todas las demás |
A lo largo de todo el programa iconográfico de la cúpula se incluyen dos conjuntos más, colocados de forma ordenada.
8 MEDALLONES
Se intercalan entre las representaciones personificadas de los planetas. Estos elementos se colocan para establecer un emblema triunfal de la Redención de los pecados.
Albergan ángeles en relieve con indumentarias doradas que portan las Arma Christi o atributos de la Pasión:
Columna | Lanza |
Látigo | Escalera |
Corona de espinas | Clavos |
Cruz con sudario | Vara con esponja. |
PLAFONES
Se colocan entre las virtudes e inscriben las armas de la familia de los Benavente con grandes cabezas aladas de serafines en las intersecciones.
PECHINAS
Entendidas como elementos arquitectónicos que sustentan la cúpula, suponen una simbología como las columnas que mantienen el firmamento cristiano. Por ello, esa conexión entre lo celeste y divino y lo terrenal, precisa de unos conocimientos que llegan al ser humano a través de escritos de aquellos elementos que tienen conocimiento y testimonio de esta realidad
Aparecen entonces las figuras de los Evangelistas, como transmisores de la realidad vivida junto a Jesús y que conocieron de primera mano sus enseñanzas. Suponían una figuración del texto del Apocalipsis
“en derredor del trono de Dios 4 vivientes: León / Toro / Hombre / Águila”
Las Sibilas eran figuras de la tradición clásica romana, que tenían la capacidad de predecir el futuro, incluso a los emperadores, con las “predicciones sibilinas” de la llegada, vida, muerte de Cristo, la persecución del cristiano y el fin del mundo. En el mundo renacentista tuvieron una gran difusión, sobre todo a partir de sus representaciones en la Capilla Sixtina.
Ambos grupos de figuras escribían bajo la inspiración divina, ellas anunciando la llegada de Cristo al estar dotadas del don profético merced a su virginidad, ellos plasmando los acontecimientos más importantes de la vida de Cristo.
El centro de las pechinas está reservado a los Cuatro Evangelistas, que aparecen sedentes, en pleno ejercicio de escritura, dentro de medallones con decoración vegetal y acompañados por su símbolo correspondiente, estando rodeados por calaveras y seres fantásticos del repertorio de grutescos.
En el arranque de las pechinas se colocan las figuras de las Sibilas, representadas como mujeres de gran nobleza. Están identificadas por cartelas sobre sus cabezas de las que solamente dos son legibles, la Helespóntica y la Pérsica.
Por problemas de humedad, se han perdido el medallón perteneciente a San Lucas y la Sibila Cumana colocada bajo San Mateo.
SIBILAS
Sibila Pérsica (MARCOS): porta una linterna y tiene una serpiente a los pies en alusión, respectivamente, al anuncio velado de la llegada del Salvador y a la profecía de que una mujer aplastaría la cabeza de la serpiente, la Virgen.
Sibila Helespóntica (JUAN): porta una cruz porque anuncia la Crucifixión, embarazo y muerte de Cristo.
Sibila Frigia (LUCAS): lleva la cruz triunfal de Cristo por haber profetizado la Resurrección.
EVANGELISTAS
Cada evangelista tiene asignado su símbolo por como comienza su evangelio.
MATEO – Hombre: escribió sobre la genealogía Jesús.
LUCAS – Toro: cuenta cómo el ángel anunció a Zacarías en pleno sacrificio el nacimiento de Juan.
JUAN – Ángel: recoge el origen eterno y espacial del verbo (Dios).
MARCOS – León: trató el tema de Isaías como la voz que clama en el desierto.
SÍMBOLOS
LEÓN: la fuerza, la primacía y la realeza.
BUEY/TORO: el sacrificio y orden sacerdotal.
HOMBRE: la misma condición humana.
ÁGUILA: el espíritu de Dios sobrevolando la iglesia.
PORTADA INTERIOR RETABLO DE CRISTO EN MAJESTAD
En el muro oeste se abre una puerta decorada al modo fachada tipo retablo. Realizado en Yeso policromado, se sitúa sobre la puerta que comunica con la nave del Evangelio de la iglesia y se encuentra firmado en una cartela colocada sobre la puerta por Jerónimo Corral.
Se articula en dos cuerpos enmarcados por entablamentos rotos al sobresalir las calles respecto al fondo. Todo el conjunto recoge la escena de Cristo en Majestad, con la mano derecha levantada en actitud de bendecir y sujetando en la otra el orbe como símbolo de omnipotencia. Está flanqueado en las calles laterales por los 4 santos doctores de la iglesia latina.
El superior se distribuye en tres calles bajo templetes con dobles columnas como apoyo en los extremos y dos estípites sin brazos a los lados de Cristo. Los laterales son circulares y sobre Cristo otro de planta cuadrada y frontón triangular. Se trataría de una representación de la Jerusalén celestial.
Las cinco figuras principales de Cristo y los doctores se enmarcan bajo veneras invertidas.
El centro está presidido por la figura de Cristo, que aparece entronizado, flanqueado por estípites antropomórficas que sirven de apoyo en el remate a las figuras de dos virtudes a los lados del templete central, a la izquierda la Caridad y a la derecha la Esperanza.
Los laterales del cuerpo central se rematan con dos figuras, mitad humanas, mitad vegetal, que hace el esfuerzo de apoyar el conjunto.
En las calles laterales figuran los cuatro Padres de la Iglesia, en el cuerpo inferior San Agustín y San Ambrosio de pie y en el superior San Gregorio Magno y San Jerónimo sentados.
Situados en las dos entrecalles, a los lados de Cristo, aparecen dos ángeles músicos, uno tañendo un arpa y otro una vihuela, que celebran el poder de Cristo Redentor.
La parte baja recoge a la izquierda dos estípites ataviadas a la manera romana y en la derecha se convierten en humanas. El resto del espacio se decora en una estética puramente plateresca con motivos propios de grutescos con bustos, ángeles, figuras híbridas, humanas y animales, junto a guirnaldas con cintas de frutos y mascarones.
La significación del retablo estaría relacionada con la Iglesia como institución, que con Cristo al frente y los cuatro doctores como soporte doctrinal ejerce de puente entre los hombres y la divinidad, cerrando el nivel terrenal del conjunto. Supone una evidente aseveración de la fe católica.
BAJO LA REJA DE LA TRIBUNA
Se muestran dos ángeles que descorren una cortina, que terminan de abrir dos figuras femeninas en la parte baja y que dejaban observar a Cristo crucificado (hoy perdido), motivo que subraya la Redención como motivo iconográfico.
Trataba de reafirmar el triunfo sobre la muerte, como resultado del pecado que se escenifica justo encima de la reja, en el extremo del Génesis con la Expulsión del Paraíso.
Se nos dice que por el pecado llega la muerte y por la muerte de un justo llega la redención de ese mismo pecado.
ICONOGRAFÍA DEL NIVEL SUPERIOR
EL GÉNESIS. EPISODIOS DE Y ADÁN Y EVA EN EL PARAÍSO
El muro occidental presenta un conjunto polícromo con pintura y relieve en el que se figura el llamado Panel de la Creación que representa el Génesis en 3 episodios.
Creación del hombre
Pecado con los avatares y miserias
Promesa de Redención
Visualmente observamos:
Creación de Eva en el centro
Pecado Original en la parte izquierda
Expulsión del Paraíso – Muerte con guitarra en el extremo derecho
El superior de la capilla nos refiere la historia espiritual de la humanidad, cuya secuencia comienza en el luneto del muro de los pies con la representación de la Creación del mundo y escenas de Adán y Eva en el Paraíso dispuestas como un mosaico temático, continuando con la Anunciación, para terminar con el Juicio Final.
En el caso del luneto del Génesis, sobre un fondo liso destaca el relieve central de dios padre, rodeado de sus asistentes, los querubines y enmarcado en un resplandor entre el Sol y la Luna y alusiones a los vientos, aparece sobrevolando el Edén mientras crea a Eva del costado de Adán.
El escenario se completa con parejas de animales, unos en relieve, como un ciervo y una cierva, etc., y otros pintados sobre el muro, como un conjunto de aves entre abundante vegetación.
Situado en el extremo izquierdo, el Pecado Original en torno al Árbol del bien y del mal, con la figura de Eva, que tentada por el demonio en forma de serpiente con cabeza de mujer ofrece el fruto a Adán.
En el extremo opuesto, se representa la escena de la Expulsión del Paraíso. Sobrevolada por un ángel justiciero que despliega una espada flamígera para impedir el retroceso y expulsa a Adán y Eva, que representados desnudos abandonan el Jardín del Edén, mientras sienten los primeros síntomas de pudor y el temor ante la Muerte, que personificada les precede tocando burlonamente una guitarra.
Esta escena se relaciona con las representaciones de las danzas de la muerte difundidas en el siglo XV, donde la Muerte suele aparecer tañendo un instrumento musical. Muestra, claramente la relación Pecado – Muerte y la alegría del castigo del pecado que es su consecuencia. La delicadeza del conjunto se observa en los evidentes signos del embarazo de Eva y el aspecto de cierto desaliño y senectud de Adán, que se ha convertido en mortal.
A la iconografía de este luneto situado a los pies, donde Eva tiene especial protagonismo, se contrapone en el muro de la cabecera el retablo de la Inmaculada, en el que María adquiere la condición de una nueva Eva, que libre de pecado permite a los hombres la reconciliación con Dios.
Se establece una relación simbólica directa entre el costado de Adán, del que sale Eva el costado de Cristo en el contrapuesto Juicio Final, símbolo de la sangre eucarística e imagen de la Nueva Alianza entre Dios y el hombre.
Además, se establece, también, la relación del linaje de la mujer que aplastará la cabeza de la serpiente al no tener pecado y ser inmaculada, con Eva, que fue engañada por el ofidio, es decir, por el pecado.
ICONOGRAFÍA DEL NIVEL SUPERIOR
LA ANUNCIACIÓN
En la parte superior del muro de los sepulcros se abre una ventana cuya luz se integra en la composición para adquirir un valor simbólico.
A sus lados se colocan las figuras del arcángel San Gabriel y de la Virgen para componer la escena de la Anunciación, momento exacto de la Concepción (después materializada en la sustitución de la luz por la paloma o Espíritu Santo) y comienzo de la vida eterna al establecerse una nueva alianza de Dios con el hombre.
Esta estudiada composición remite a las Meditaciones de Santa Brígida, que explica la concepción como un rayo de luz que atraviesa un vaso de cristal sin perder la virginidad. La similitud simbólica en la Capilla Benavente es clara.
El arcángel san Gabriel se sitúa a la izquierda y la Santísima Virgen a la derecha.
María acepta la concepción del verbo, que cobra importancia por la palabra, el demonio engañó a Eva y el ángel anuncia a María, es una relación simbólica evidente.
La luz es el simbolismo cósmico y celeste ya que materializa la acción del Espíritu de Dios en el vientre de María.
Esta figuración mantiene la relación del misterio y la redención vinculado al pecado y el crucificado que se encontraba sobre la puerta de la sacristía.
Encontramos, además, que Adán es hijo de Dios y Jesús del hombre gracias a la intervención divina.
ICONOGRAFÍA DEL NIVEL SUPERIOR
EL JUICIO FINAL
Ocupando el cascarón del ábside de la capilla se encuentra la abigarrada escena del Juicio Final que tiene lugar debajo de la figura de Dios Padre, que sobrevuela por encima, rodeado de cabezas de ángeles e imparte una bendición.
En una composición basada en la simetría en la que aparece en el centro la figura de Cristo como Juez Salvador en triunfo sobre la muerte y el demonio. Se encuentra sentado en un trono sostenido por los 4 animales símbolos del Tetramorfos del Apocalipsis.
Muestra las llagas de la Redención, porta un cetro como rey del universo y bajo sus pies aplasta al demonio y a la muerte, representada por un cadáver en descomposición. Es una clara alusión a la victoria sobre la muerte y el pecado con su propia Resurrección como símbolo de una típica vanitas.
La composición se acompaña de la llamada Deesis, es decir, está flanqueado por María y Juan San Juan Bautista que ejercen su papel de intercesores del alma y espíritu de los hombres en señal de implorar a Cristo se justicia bondadosa.
En el fondo superior están los elegidos y en la zona de abajo los condenados.
El grupo de bienaventurados está formado por numerosas figuras que definen un santoral de todo tipo y condición, en la parte izquierda de Cristo se sitúan personajes del Antiguo Testamento y en la derecha del Nuevo Testamento. Algunos portan atributos o presentan actitudes que les hacen reconocibles.
A la izquierda personajes del Antiguo Testamento
Adán y Eva / Noe / Abraham – Isaac (que simbolizan el sacrificio de la cruz de Cristo) Moisés y Melquisedec (imagen de la Alianza de Dios y anuncio de Cristo) siguen David, Jonás o Daniel, Josué y Rahab.
A la derecha personajes del Nuevo Testamento
Los Apóstoles San Juan, Pedro, Andrés y Santiago, Nicodemo o José de Arimatea. Siguen 8 mujeres. La primera es María Magdalena y la cohorte de María y Santa Catalina. Hacia el extremo aparecen diferentes personajes un religioso, un guerrero, un emperador, un Papa, un obispo y un padre de la iglesia no identificado.
En la parte intermedia se representan ángeles trompeteros que parecen despertar a los difuntos.
La parte inferior del cascarón está reservada al Infierno, donde los condenados, representados en forma de bustos formando un friso, se retuercen entre llamaradas ante la presencia de Leviatán, con aspecto de monstruo horrible.
Entre los condenados, en caótica disposición, rostros atormentados y retorcidos cuerpos con sus miembros revueltos, se distingue a un militar, un doctor, un rey, un obispo y un papa, así como alegorías de la avaricia, la lujuria, etc.
Se muestra que su juicio es perdón y misericordia, queriéndose destacar la gloria de la
Resurrección antes que el terror de la justicia divina que puede llevar a una eternidad de dolor y desesperanza en el infierno. Se quiere destacar la gloria antes que el horror de la justicia.
RETABLO
Fue un encargo de Álvaro Benavente recogido en su testamento, en el que se citaba expresamente el deseo de que se dedicara a la Inmaculada Concepción y se fijó el programa iconográfico. Se firmó el encargo en 1557 y tardó 3 años en estar asentado.
Técnicamente es una obra muy lograda, ya que tuvo la dificultad de tener que adaptarse a un espacio limitado y decorado con un programa iconográfico muy concreto. Su estética responde a un claro gusto manieristas, reafirmada en las dos mujeres que parecen sujetar el conjunto en los laterales de la parte baja.
Se estructura es de banco, 2 cuerpos y 3 calles, en los que reparte su decoración a base de columnas dóricas y corintias y estípites, marcos con cintas guirnaldas, roleos y mascarones. Apoya el armario en un banco precedido por un friso roto que muestra dos escenas del purgatorio, en las que un grupo de atormentadas almas suplican superar su situación.
En el mismo banco se muestran, entre guirnaldas doradas, unos tondos con Cristo Salvador en el centro, flanqueado por dos símbolos de los evangelistas y los otros dos en los extremos, reafirmando el fundamento de la doctrina cristiana.
La disposición del programa iconográfico se distribuye por encargo del propio mecenas y se sitúa escenas de la vida de la Virgen y sus padres, San Joaquín y Santa Ana, siguiendo la historia de los apócrifos de Santiago de la Vorágine en su obra “La Leyenda dorada”.
En la parte superior, bajo un entablamento que se rompe por el arco que enmarca la figura más grande y en situación adelanta de la Virgen, si sitúan:
La expulsión de san Joaquín del Templo a la izquierda.
El anuncio del ángel a san Joaquín a la derecha.
Situadas en el cuerpo inferior bajo arcos de medio punto:
El nacimiento de la Virgen a la izquierda.
La presentación de la Virgen en el templo a la derecha.
En el centro del mismo cuerpo inferior y con mayor tamaño y volumen y bajo un frontón triangular ocupado por un ángel:
El abrazo ante la puerta dorada preciso momento de la Concepción de la Virgen por la gracia de Dios, que es aludida por un bello ángel que gravita sobre sus cabezas.
Situada entre dos estípites y ocupando dos pisos del cuerpo central la Virgen Inmaculada Concepción, que pisa la media luna, como indica el texto del Apocalipsis y a la serpiente y sostiene un lirio de largo tallo, símbolo de su virginidad.
Esta escena está remarcando el papel de la Virgen como intercesora, aplastando al demonio, que adopta la forma de una serpiente y con dos ángeles sobre su cabeza que proceden a su coronación. Es una evidente forma de simbolizar que se repara el error del pecado original cometido por Eva.
El retablo destaca sobre el Juicio Final, dado que María es la intercesora terrenal para salvar a la humanidad del pecado y la muerte sin esperanza.
NICHOS RELICARIOS
Situados a los lados del retablo de la Inmaculada, se presentan unos nichos rectangulares cubiertos con reja. Su destino era el de albergar reliquias que dieran más empaque a la función propia de la capilla mortuoria.
Los apóstoles son considerados como las columnas que sustentan la iglesia y por ello se colocan estos nichos bajo los apóstoles principales: San Pedro y San Pablo entronizados sobre una peana.
Los encontramos rodeados de una profusa ornamentación con formas arquitectónicas, así se encuentran putti, tarjetas, seres monstruosos, etc., siguiendo la más abigarrada decoración plateresca.
Bajo un entablamento se sitúa una venera inversa ondulada que sirve de cubierta a los propios nichos, que están flanqueados por otros dos apóstoles.
En la izquierda
Apóstol Santiago, vestido con una túnica bordada de estrellas alusiva a Compostela.
San Juan Evangelista, que realiza la bendición sobre la copa, de la que sale el veneno.
En la derecha
San Andrés, sujetando la cruz aspada de su martirio.
San Felipe, que también porta una cruz.
Lápida fundacional de la capilla
Situada en la parte inferior del muro de la parte izquierda, inscrita en una base de pizarra donde se especifica, entre otras cosas, el deseo de don Álvaro de Benavente de consagrar la capilla a la
«Santíssima Concepción de Nuestra Señora»
SEPULCROS DE LA FAMILIA BENAVENTE
Abiertos en el muro meridional de la capilla, enfrentados a la reja de entrada, se abren 3 nichos sepulcrales, donde están depositadas tres generaciones de la rama materna del fundador.
Se trata de 3 arcosolios de piedra imitando mármol, con forma de medio punto apoyados en cuatro termes con cestas de frutas sobre sus cabezas, tres como figuras femeninas hasta la cintura y con brazos y una masculina con los brazos cortados, elementos que se interpretan como alusivos a la muerte.
Los finados se disponen por parejas conyugales, los hombres se cubren con gorra y martas y portan un rollo de papel en las manos. Las damas llevan elegantes vestimentas y ambas figuras se acompañan de lebrel, sayo o dueñas a los pies.
Las camas sepulcrales están decoradas al frente con el escudo familiar, flanqueados por putti tenantes en relieve.
Al fondo de los nichos se colocan lápidas con los epitafios y el parentesco.
El tímpano de cada arco se remata con pinturas en forma semicircular que como discurso neoplatónico comparten el simbólico tema de las resurrecciones realizadas por Jesús según los evangelios y están al pintor Antonio de Salamanca.
En las enjutas de los arcos y en el entablamento se desarrollan animadas escenas de lucha que seguramente aluden al enfrentamiento entre el vicio y la virtud.
Hacia los pies de la capilla, se sitúan sus bisabuelos
Juan González de Palacios y Beatriz Arias
La Resurrección de la hija de Jairo
En el centro sus abuelos
Diego de Palacios y Constanza de Espinosa
La Resurrección del hijo de la viuda de Naín
Los más próximos al altar de la capilla son sus padres
Juan de Benavente y María González de Palacios La Resurrección de Lázaro
A ras de suelo, delante del altar, se depositan unas sepulturas cubiertas con losas de jaspe colocadas a ras de suelo, para cubrir los sepulcros de Don Álvaro de Benavente y su hermano Diego de Palacios.
PLANTA Y SUELO
ENLOSADO DE MEDALLONES
Colocado de forma organizada, alrededor del contorno de la capilla y en algunas partes principales, junto a otras baldosas que dibujan formas geométricas,
Inscriben frases a modo de súplicas de fe y esperanza de alcanzar la misericordia de Dios por los enterrados. Es una manera de intentar justificar el merecimiento de la Resurrección a través de los actos llevados a cabo en esta vida terrenal.
Delicia Juventus mei.. No te acuerdes señor de mis pecados de juventud
No me condenes el día del juicio
Libra señor mi alma
La limosna libra de la muerte
El que auxilia a los pobres no padecerá necesidad
No cabe duda de que nos encontramos con la auténtica Capilla Sixtina del Renacimiento español, no solo por su gran ejecución técnica y estética, sino por representar un programa iconográfico complejo, pero de una devoción e intelecto cuidado y práctico que no se conocía en su época en ningún otro lugar.